Hace 15 años emigré de Medellín, Colombia, a Alemania. Con solo 18 años y llena de curiosidad por explorar el mundo, me lancé a esta gran aventura. Alemania me abrió muchas puertas, permitiéndome descubrir tanto una nueva cultura como nuevos aspectos de mí misma.
Siempre he sido buena escuchando y, desde muy joven, disfrutaba de apoyar emocionalmente a las demás personas. Las experiencias vividas en Alemania reforzaron mi vocación y me llevaron a estudiar Psicología, completando mi pregrado y posgrado aquí en Alemania. Posteriormente, trabajé durante varios años en la rehabilitación laboral y clínica como psicóloga.
Hace aproximadamente un año, sentí un fuerte deseo de reconectar con mis raíces y darle un nuevo rumbo a mi carrera profesional. Decidí renunciar a mi trabajo estable en la clínica y emprender como psicóloga online. Mis experiencias personales como migrante me hicieron consciente de la falta de ofertas de ayuda psicológica especializada para la población migrante y, al mismo tiempo, del gran apoyo emocional que requiere este grupo. A raíz de estas vivencias, nace mi iniciativa de acompañar a las personas migrantes hispanohablantes en sus procesos individuales.
Mi objetivo es apoyar psicológicamente a migrantes de habla hispana y alemana. Para mí, es especialmente importante fortalecer emocionalmente a mis clientes y poder ser una fuente confiable, brindándoles orientación y apoyo psicológico en su nuevo entorno.
Fomentar el bienestar mental y emocional de las personas migrantes, e incentivar, a través de la autocompasión y la atención plena, una relación consciente, amable y aceptante consigo misma/o, con su entorno y con el presente.
Mi deseo es inspirar a otras/os a vivir de manera consciente y a cultivar una relación amable consigo mismas/os, con los demás y con su entorno. Mis valores personales son: compasión, conciencia, honestidad, bienestar y gratitud.
Amo la naturaleza, bailar, el sol, meditar y vivir de manera autónoma.
Me considero una persona empática, resiliente y sensible. La experiencia de vivir 15 años en el extranjero me ha transformado y enriquecido enormemente, tanto personal como profesionalmente. Los desafíos y obstáculos que enfrenté como migrante me ayudaron a crecer, reinventarme y descubrir nuevas facetas de mí misma.
Los primeros años en Alemania fueron especialmente difíciles. Extrañaba el sol y me costaba adaptarme a la nueva cultura. Sin embargo, aprendí que cada proceso migratorio es un camino único de aprendizaje, que requiere tiempo. Por eso es importante ser paciente y compasiva/o con una misma/o y con su propio proceso. Con el tiempo, logré adaptarme y sentirme como en casa. Durante muchos años, convertí a Alemania en mi hogar. Actualmente, vivo entre Colombia y Alemania.
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